7 Tips para superar el síndrome del impostor y lograr tus metas con éxito

Tips para superar el síndrome del impostor y encontrar valentía para perseguir tus metas

 

¿Puedes pensar en alguna situación durante los últimos meses en que no te permitiste perseguir tus metas por dudar de tus habilidades, pensar que eres un fraude, o que no tienes lo que se necesita para tener éxito? Si, es así, no estás sola, muchas mujeres de diferentes edades, clases sociales, y niveles profesionales pasan por lo mismo, y a este término se le conoce como el síndrome del impostor

Hace unos días mi amiga Ana me llamó con mucho entusiasmo para compartir su meta de emprender su propio negocio de coaching. Ana tiene más de 20 años de experiencia en el área de liderazgo y capacitación y su pasión es ayudar a otras mujeres profesionistas a tener más confianza y estrategias para ser mejores líderes. Su meta me pareció una gran idea, sin embargo; Ana me sorprendió cuando me contó sobre sus dudas. De pronto, el tono de la conversación cambió y la escuché decir,  ¿Quién soy yo para enseñarles a otras mujeres a ser líderes? ¿Por qué alguien querría contratar mis servicios?  ¿Qué van a decir de mí mi familia y mis amigos? Además, si alguien me contratara sería por suerte y después podrían arrepentirse. Quizá ya es demasiado tarde para empezar este proyecto.

La conversación que empezó con tanta ilusión y alta energía en su voz, terminó con duda y desmotivación.  La escuché hablar en tono bajo y despacio y me dio tristeza pensar que estas dudas podrían evitar que Ana compartiera su experiencia y sus dones con otras mujeres. Noté como se había estancado en la mente racional y los miedos cuando se desconectó de su corazón y se olvidó de la misión de su proyecto. Cuando terminó de hablar le compartí mi perspectiva, “Ana, eres una persona con muchos años de experiencia, que has capacitado a varias personas en liderazgo, y ahora tienes el interés de usar esos dones para ayudar a otras mujeres a que puedan influir de manera positiva en sus empresas y las comunidades a las que sirven. ¿Te imaginas lo valioso que puede ser lo que tú les ofreces? Les darias estrategias para comunicarse con mayor asertividad y tener un mayor impacto en sus vidas. ¿Lo puedes visualizar?” Ana lo visualizó por un instante y empezó a hablar con un tono más alto y más rápido, con mayor energía. Su motivación regresó y comenzamos a generar ideas sobre los temas de sus cursos y cómo encontrar clientes.  Me dio gusto ver que se estaba dando permiso de perseguir sus metas. Al final de la conversación, le dije “Ana, cuando vuelvas a dudar y preguntar con qué derecho puedes enseñar a otras mujeres, te desafío a preguntarte ¿quien eres tu para NO compartir con otras mujeres tus estrategias para tener un impacto positivo en su vida? ¡No les robes esa oportunidad! ¡No dejes que tus dudas te distraigan de tu propósito!” Afortunadamente, Ana decidió seguir adelante y poner en marcha los primeros pasos para atraer clientes a su nueva practica de coaching.

¿Te pudiste identificar con algunas de las dudas de Ana? Si te fijaste en la historia, la estrategia para ayudarle a regresar a la motivación fue dirigir su atención a los anhelos de su corazón y alejarla del estancamiento racional. Cuando Ana se enfocó en el valor que podría proporcionar a otras mujeres y tener un impacto más positivo, esto le ayudó a encontrar mayor motivación. Al maximizar la emoción de esa visión, Ana  pudo minimizar los miedos a las críticas o al fracaso. Además, al reconocer su experiencia y sus logros, también pudo encontrar mayor confianza y no sentirse como un fraude. 

A menudo, el principal obstáculo que nos bloquea para realizar nuestro potencial somos nosotras mismas. Le dejamos rienda suelta a nuestros pensamientos fatalistas y permitimos que nuestro temor al fracaso nos detenga.

Aquí te doy 7 Tips para superar el síndrome del impostor y encontrar valentía para perseguir tus metas:

 

 

 

  1. Enfócate en tu propósito. Reconecta con tu corazón y con los anhelos de evolucionar y realizarte. Si te quedas en la cabeza, te da pereza!
  2. Visualiza el beneficio de perseguir tus metas y cómo afecta positivamente en todas las áreas de tu vida y en tu entorno.
  3. Reconoce tus habilidades y tus fortalezas. ¿En qué cosas eres bastante hábil o buena? ¿Qué es algo que otros admiran de ti? Escribe una lista y déjala en un lugar visible para que puedas verla cuando te vengan los sentimientos de duda o de ser un fraude.
  4. Busca un entorno que te nutra. ¿Qué personas te alientan a crecer y desarrollar tu potencial? Únete a grupos con intereses afines que comparten estrategias y apoyo. Encuentra modelos a seguir. Por ejemplo, mi amiga Ana está en un grupo de coaches en liderazgo y también está tomando sesiones de coaching para sus propias metas. 
  5. Sé proactiva para cuidar tu nivel de autoconfianza. Haz más de lo que te da confianza y menos de lo que te roba tu confianza. Por ejemplo si hay personas pesimistas que no creen que el éxito es posible, no pases tiempo escuchando su consejo en como cumplir tu meta. No sigas consejos de jardinería si esa persona no tiene un jardín! 
  6. Sigue aprendiendo. ¿Qué libros, cursos, o mentores expertos en el área de tu meta te pueden ayudar a desarrollarte?
  7. Toma acción continua. ¿Cuáles son algunos pasos pequeños que puedes dar hacia el logro de tu meta?

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